Una vez a la semana nos dejaban ver el sol.
— El mismo que el de la gente libre —nos decían dando vueltas a las llaves de las celdas.
Categoría: C.D.G.
1.239 – Frente a la cerveza
Me tomo una cerveza y tú me tomas el pelo. Tanto temblor en tu voz, tanto hacer nudos con tus cabellos y acariciar tus anillos. Tanto esquivar la mirada hacia las prisas de la calle o hacia la luz de tu teléfono. Tanto rascarte el cuello y tu falda. Te tengo calada, disimulas de pena. Me engañas desde hace tiempo: estás enamorada perdidamente de mí.
Pero sigo tomando en silencio mi cerveza, sigo dejando que me tomes el pelo mientras te digo lo mucho que sube el paro en nuestra ciudad y pienso en lo verdes que son tus ojos verdes y en las ganas que tengo de comerte.