Nuestras dos compañeras llevan varios días amándose en las cocinas del Local y no dan señales de vida. Estamos tranquilos, y a la vez algo inquietos, porque en la cocina hay comida para varias semanas.
Nada más concluir los arreglos de la caseta del huerto, hemos ido a conversar con las amantes. Les hemos dicho a través de la puerta que ya estaba acondicionada la caseta y que podían trasladarse allí cuando quisieran. No se oía nada al otro lado del tabique. Les hemos comentado que en la caseta del huerto había ahora mantas, colchones, almohadas y una despensa. Que no la iban a conocer de lo preciosa que estaba. No han dicho nada, pero se oía algún movimiento.
Desde el otro lado de la puerta, las amantes han preguntado a voces si había calefacción en la caseta del huerto. Les hemos respondido que todavía no. Que conseguiríamos la estufa la semana que viene. Las amantes han dicho que no creen en la semana que viene.
Hasta nuevo aviso, seguiremos repartiendo las meriendas vecinales en la sala de baile.
Categoría: Victor García Antón
3.019 – La caseta del huerto
Dos compañeras se han encerrado en las cocinas del Local para amarse. Como necesitamos las cocinas, la asamblea ha propuesto habilitar la caseta del huerto como recinto alternativo para las amantes. El espacio de la caseta del huerto no es, ni mucho menos, tan amplio como el de las cocinas. Pero acondicionada y bien limpia, la caseta puede resultar un lugar agradable para cuatro o cinco personas.
Serán necesarios unos colchones, una despensa, mantas y almohadas, una estufa que funcione.
Habremos de convencer a las dos compañeras de que la caseta del huerto es tan buen lugar para amarse como las cocinas del Local y que, aunque es más pequeño, podrán establecerse en la caseta todo el tiempo que deseen. Quizás así, abran la puerta de las cocinas y se trasladen a la nueva ubicación.
Pero tardaremos todavía unos días en acondicionar la caseta. De manera que durante ese tiempo, salvo que las compañeras decidan darse un respiro, las meriendas vecinales se repartirán en la sala de baile.
Víctor García Antón
Volanderas. Ed Tres Rosas Amarillas.2014
2.963 – La incursión
Anoche, las bandas juveniles hicieron una nueva incursión en nuestro barrio. Entraron en la escuela, en la torre del campanario, en las casas en ruinas del otro lado de la explanada. Unos vecinos les oyeron merodear junto a las placas solares.
Como no obtuvieron nada de valor, lo destrozaron todo.
La autoridad ha venido esta mañana siguiendo el rastro de las bandas juveniles. Ha peinado el barrio puerta por puerta para ver si escondíamos a alguno de ellos en nuestras casas. Ha interrogado a nuestros hijos. Nos ha hecho salir a la calle para realizar los registros.
Como no ha conseguido lo que buscaba, lo ha destrozado todo.