1.802 – Anécdota

Pedro Herrero_110921  Su mujer y su hija se van de compras y no acaban de irse nunca. Ya en el coche, le piden el móvil, que siempre olvidan en cualquier parte. Y la hija sale del coche para ir por última vez al baño. Y la mujer entra en casa y vuelve a salir, tras cambiar de idea sobre el calzado que más la favorece. Y aún antes de poner el motor en marcha, quieren que les traiga el paraguas por si empieza a llover. Y cuando se van de una vez por todas, el hombre se queda en la calle, sin llaves para entrar en su hogar. Entonces se sienta en un banco del parque, dispuesto a no dar la menor importancia a un suceso anecdótico. Y se percata de que en su vida todo es anecdótico y sin la menor importancia. Salvo cuando eleva esta clase de pequeñeces a la categoría de problemas. O cuando es incapaz de doblar la cintura ante situaciones que solo requieren un poco de agilidad. O de arrimar el hombro de manera altruista, no como un esfuerzo excepcional sino como una simple declaración de principios. También se da cuenta de que admitir sus debilidades es el primer paso para superarlas. Y de que él tampoco recuerda dónde demonios ha dejado el móvil. Y de que el calzado que lleva puesto no le favorece en absoluto. Y de que tiene ganas de ir al baño. Y de que empieza a llover.

Pedro Herrero
http://www.humormio.blogspot.com.es/2013/08/anecdota.html

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