2.093 – Attilia…

rafael perez estr22  Attilia Novi cuenta, en sus memorias de cortesana comprometida con el poder fascista, una extraña anécdota. Se trata -nos dice- de un recuerdo de sus años rebeldes, cuando una mañana vio correr a un muchacho único precedido por su sombra.
El profesor Monti, relojero muy preciso en sus consideraciones, sostiene que, en buena lógica, debería entenderse al muchacho como sombra, y a la sombra como cuerpo en movimiento. De esta manera -concluye- no habrá peligro de equivocarnos.
Attilia Novi, no sin cierta añoranza, concluye la historia narrándonos cómo aquel singular joven dedicó su vida al circo, y en él estuvo hasta que -oh milagro de la metamorfosis- su cuerpo llegó a oscurecer tanto como la sombra, y esta adquirió con el tiempo corporeidad humana.

Rafael Pérez Estrada
Por favor sea breve 2. Ed. Páginas de espuma. 2009

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