Los viejos son muy peligrosos. Hace diez años se hundió el sistema financiero, y dejaron de cobrar sus pensiones y fueron expulsados de los asilos donde vivían, así que formaron bandas que desvalijan a los jóvenes y les agreden sin piedad con sus bastones. Cada vez hay más ancianos que asaltan tiendas o bancos, sabiendo que, con la edad que tienen, poca cárcel verán. Si ves en la calle viejecitos de apariencia apacible, formando un corro como si hablaran de sus cosas, no se te ocurra acercarte: cambia de acera y corre, pues eso sí, la mayoría de ellos cojea.