Hixem el III, de la dinastía de los omeyas cordobeses, tuvo (según el historiador Al-Forkad) un sueño profético en el que Alah le anunciaba la victoria de sus tropas (después confirmada) sobre los berberiscos.
En realidad Hixem el III soñó muchas veces con la victoria y con la derrota y también soñó muchas noches seguidas con su padre o con la barba de su padre. El viejo o la barba le aconsejaron, alguna vez, enfrentar a los berberiscos, pero otras veces lo conminaban a la huida y otras le proponían evitar la batalla mediante las artes de la diplomacia.
Pero sólo los sueños confirmados merecen formar parte de la historia.
Ana María Shua
Cazadores de letras. Minificción reunida. Ed. Páginas de espuma, 2009