Deciden enamorarse y lo hacen. Deciden permanecer juntos como una historia sin final y lo hacen. Pero luego él llega tarde un día y ella está sentada en la cama con sus piernas desnudas y una cara que quizás nunca fue la de ella y él la observa y ve todas esas páginas en blanco que su pecho esconde y también la tinta borroneada que se escurre bajo sus ojos.
Alejandro Bentivoglio
¡Por los clavos de cristo! ¡Que empieza a lucir el sol y se acerca la primavera!