-Padre, vengaré a nuestra familia. Me embarcaré en ese barco y acabaré con todos nuestros enemigos. Y recuerda bien estas palabras: si mi embarcación vuelve con las velas verdes desplegadas, sabrás que habré sobrevivido y habremos sido vencedores. Si vuelve con velas rojas, la victoria habrá sido de ellos, pero te aseguro que habré muerto defendiendo nuestra patria. Y tú, madre, reza por todos nosotros para que salgamos victoriosos.
El rey daltónico y la reina sorda miran al hijo desconcertados.