2.892 – Del país o de importación

Jessica de la Portilla Montaño  —¿Quiere taxi?
El vehículo arrancó. Miriam se había robado unos cerillos de casa del papá de Gerardo: Hotel Best Western, Tel Aviv. El conductor cantaba una cumbia.
Una aventura es más bonita.
¿O era una salsa? En la pantalla del celular estaba Gerardo con sus viejos audífonos. Para ella fue la semana perfecta, un sueño hecho realidad: el músico internacional se fijó en esa groupie de Nuevo León con que chateaba diario. Se despidieron con la promesa de ahorrar para hacer pronto una vida juntos allá, en Israel.
Haciendo cuentas, el boleto sin escala costaba lo que el semestre de escuela. Tendría que tomar clases de hebreo. Gerardo le pidió que considerara cambiar de religión. ¿Cuánto gastaría viajando a Monterrey para ver a su familia?
Y un beso robado queda siempre como adiós.
Decidió que era más barato seguir enamorada de Luis Miguel: con los puntos acumulados en su tarjeta, ir al Auditorio Nacional le salía casi gratis.

Jéssica de la Portilla Montaño

Un comentario en «2.892 – Del país o de importación»

  1. Es mi escritora favorita, deberían de subir más cuentos de ella, tiene un sentido del humor muy interesante y sus cuentos siempre tienen una enseñanza. Gracias

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