2.916 – Mala suerte

Queta Navagomez  Resuelto a poner en marcha su plan, el gato dijo parando las orejas:
—Amo, procúrate un par de botas, un saco y un sombrero con plumas. Haré a tu nombre regalos al rey. Luego, veré que el ogro se convierta en ratón y me lo comeré para que su palacio sea tuyo. Te haré pasar por el Marqués de Carabás y de esa forma te casarás con la princesa. ¡Alégrate, vamos a ser ricos!
El hijo del molinero, acostumbrado a las malas rachas, apenas pudo sorprenderse de que su mascota hablara.
—Dame pronto lo que te pido —insistió el gato.
Pero el hijo del molinero en lugar de botas usaba huaraches, y el gato consideró ridículo pasar a la historia como El gato con huaraches y se quedó junto a su amo, lamentándose de tan mala suerte.

Queta Navagómez
Huarache = deportiva

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