Los nativos no permiten que se les tomen fotografías porque suponen que quien se adueña de su imagen tendrá también poder sobre su alma. Esto es rigurosamente cierto en relación con los negativos pero no se aplica a las copias.
Lo cierto es que la mayor parte de los fotógrafos no lo saben o no lo creen. Confiados en esa ignorancia, muchos nativos se dejan fotografiar por dinero. Sólo la primera vez es peligroso. Cuando un alma tiene varios dueños, sus órdenes (en caso de que las den) se contradicen y se anulan.
Esa contradicción interna es el origen de muchas gastritis, pero no causa ningún otro inconveniente.
2 comentarios en «2.931 – El alma en los retratos»
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