Envuelto en la locura, no distingo si soy feliz por tenerte a mi alcance, o por comprobar que este amor duele más que unos ojos que no miran de frente, más que unos puños apretados hasta enterrarme las uñas, más que morder mis labios hasta comerlos. Ritual de sangre que celebro, porque de no hacerlo, tu ojos mirarían el amor de mis ojos, tendría mis manos libres para abrazarte, mi boca limpia para besar tu boca, y… siendo así… ¿Dónde quedaría el dolor que me hace escribir?.
César David García Espriella
dolor tan necesario……….. como has estado David?
Hola Gaby, yo no sabia que este cuento mío andaba en esta página.
Que gaby eres? dime por favor
soy la que trabajaba en la libreria
solo he visto que en esta página y en ficción mínima estan tus escritos.. tienes alguna otra