Un día, Alicia quiso regresar al país de las maravillas a través del espejo que casi había olvidado.
Corrió las cortinas del tiempo, fue al espejo y con ansiedad se miró en él. Se buscó, y al no encontrar su imagen se dijo: “Este espejo ya no sirve”, y lo rompió.
No pudo tolerar ver en él a una anciana desconocida mirándola fijamente.