En el centro de la ciudad se levanta una estatua que cambia de forma. Por las noches representa a Diana, en el día asume la figura de Apolo. Si viste los atributos de Marte anuncia la guerra —tan claro y obvio es su simbolismo—. Nadie se atreve a contemplarla más de un segundo, pues si ve en ella la imagen de Thánatos sabe que en pocas horas encontrará la muerte.
Quizá la estatua sólo existe en la imaginación de quienes creen verla. Pero hay fotografías de sus innumerables mutaciones. En otros tiempos hubo incluso quienes osaron tocarla y, antes de morir, nos legaron su testimonio. Sea como fuere la estatua plural obsesiona a los habitantes de la ciudad. El rey quiso demolerla. El Concejo de Ancianos vetó la orden ya que, de acuerdo con la leyenda, cuando la estatua sea destruida se va a acabar el mundo.