En tiempos míticos, los Gigantes fueron guerreros temibles que se enfrentaron al poder establecido. Según predijeron las Moiras, los dioses olímpicos los vencerían si tenían por aliado a un mortal. Este papel le tocó a Heracles, y así los Gigantes fueron derrotados. Ya en tiempos históricos, y por puro instinto de supervivencia, los Gigantes suelen mimetizarse como molinos de viento. Es conocido que sólo otro mortal, un hidalgo, podrá derrotarlos.