Los carpinteros de la localidad de Weil construyen todos los años pequeños pájaros de madera que pintan luego de colores para colocarlos sobre las ramas desnudas de los árboles cuando llega el invierno. Luego al acercarse la primavera, se hace con todos esos pájaros una gran hoguera en la plaza central; dice la gente que sólo entonces se les oye cantar entre las llamas.