El fotógrafo prepara su trípode y mete la cabeza bajo la manga. Aprieta el botón. Todo lo que hay delante del objetivo se precipita hacia él. Queda en el mundo un hueco incomprensible y ya no se podrá llenar con nada.
El fotógrafo prepara su trípode y mete la cabeza bajo la manga. Aprieta el botón. Todo lo que hay delante del objetivo se precipita hacia él. Queda en el mundo un hueco incomprensible y ya no se podrá llenar con nada.