Atlas estaba sentado, con las piernas bien abiertas, cargando el mundo sobre los hombros. Hiperión le preguntó:
-Supongo, Atlas, que te pesará más cada vez que cae un aerolito y se clava en la tierra.
-Exactamente -contesto Atlas-. Y, por el contrario, a veces me siento aliviado cuando un pájaro levanta el vuelo.
Enrique Anderson Imbert