La bella Setetule, cuentan en Panamá los indios chocoes, enloquecía a los hombres y los desdeñaba. Pero uno de sus pretendientes, Moli Suri, que tenía poderes mágicos, la castigó transformándola en montaña. Y en las entrañas del cerro Setetule ocultó minerales preciosos, para que los mineros destrozaran en su búsqueda el cuerpo de la hermosa cruel.
Ahora Setetule es inmortal, no envejece, sigue atrayendo a los hombres, y quién puede saber si ese escarbar le desagrada tanto.
Ana María Shua