Según el heresiarca Pórpulus (?-473), quien por defender esa teoría fue condenado a la condición de personaje apócrifo, el pecado original consistió en la incorporación de la espiritualidad a la sexualidad (de ahí el súbito pudor de Adán y Eva por la desnudez), con lo que el amor humano se independizó de la mera procreación y le disputó su sitio al amor divino. Dios se puso celoso.
Marco Denevi