Buscando el cadáver de su esposa, a la que apenas recordaba haber asesinado, encontró unas cartas que ella le había escrito muchos años atrás. Se sentó a leerlas y no pudo evitar llorar como un chico que ha descubierto que su madre nunca volverá.
Incluso el cuchillo que guarda sin limpiar en la cocina, parece más pequeño en la hora de recuerdo.
Alejandro Bentivoglio