Y el fantasma vino corriendo y me atravesó. Cuando quise verlo, ya no estaba. Ahora, dos pulsos me habitan y mi sombra algunas veces me besa en plena boca.
Un comentario en «1.130 – Ángulos del amor posible»
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Para superar sus miedos, bordó sus iniciales en las sábanas de sus fantasmas.