Si de llorar se trata, lo mejor es picar una cebolla mediana muy finita.
Luego, tres jitomates bien coloraditos que se deben mezclar con un manojo pequeño de cilantro.
Para terminar, tres aguacates maduros bien bañaditos en limón verde, a fin de que no se pongan negros. Como las lágrimas.
Se agrega un buen chorro de aceite y sal al gusto.
Con el mismo gusto que hay en maldecir a quien se fue.
Una vez bien llorada la pena, el guacamole se sirve con totopos o chicharrones crujientes, pero sin rencores. Dice mi abuela que el aguacate y la muina no se llevan bien.
Les recomiendo acompañarlo con buen tequila blanco o reposado, sin olvidar a José Alfredo cantando «Ando volando bajo»…
¡Ay, dolor, ya me volviste a dar!
10 comentarios en «1.281 – Lágrimas negras»
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¡Salud y viva México…!
🙂
Brava, comadre. Con palabras de color aliñas lágrimas negras.
Nada mejor como un buen alimento para el cuerpo que también queda maltrecho…abrazo a su alma!!
Justamente así saben las letras de Alejandra, a guacamola y enchilada, quesadillas y ate, a atole y a nogada.
¡Fantástico!
Y me apunto al ¡Viva México!
Quise decir guacamole, pero creo que es obvio.
Abrazos.
Muy similar a : Como agua para el chocolate!!!!!!
Qué rico relato, me ha gustado.
Saludos
Beatriz
Lo de guacamola… me gusta también 🙂
Muy bueno. Y ya me lo robe y lo he posteado en el FB, claro aclarando…. que es tuyo =)