1.413 – Alí Babá y los cuarenta, cuarenta mil ladrones *

pilar galan6 Todos estaban de acuerdo en que al abuelo le venía muy bien que su nieto le leyera el periódico. Daba gusto verlos juntos: los ojos ausentes del anciano, perdido en las brumas de una memoria ya imposible; los ojos despiertos del niño, que deletreaba aún los titulares (nunca la letra pequeña) con fruición, lentamente, orgulloso de un progreso imparable.
– Mira la princesa, abu, qué guapa -decía señalando la foto de cualquier modelo-. Y este hombre, qué malísimo, y qué tanque más grande, mira los palacios y los animalitos. ¿Quieres que te cuente más cuentos?
El abuelo sonreía desde otros lugares, mucho más lejanos, quizá convocado por la voz suave, paciente, del nieto.
– Cuéntame el de los ladrones, hijo, el de Alí Babá y los cuarenta, cuarenta mil, cuarenta mil millones de ladrones que han arruinado España.
Y el niño, sin abrumarse por el número, solo tenía que señalar al azar cualquier foto de cualquier página del periódico para que el anciano estallara en risas, mientras le acariciaba la cabeza.
– Qué listo, pero qué listo nos ha salido el joío. Mira cómo los conoce. Este os va a dar sopas con honda a todos.
Luego, ajeno al cabeceo complaciente del resto de familiares, se sumía en una placidez acunada por la satisfacción del deber cumplido. Ahora que sabía cercana su muerte, al menos dejaba un heredero capaz de abrir la puerta de la cueva y encontrar una mujer que supiera llenar tinajas con aceite hirviendo.
Definitivamente, todos estaban de acuerdo en que al abuelo le venía muy bien que el nieto le leyera el periódico.

Pilar Galán
Paraiso posible. Ed. De la Luna libros. Abril 2012

*A Teresa Goyanes, que me inspiró este cuento.

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