En el año 2001*, resultó sorprendente el partido de fútbol entre los equipos de Treviso y Génova.
Un jugador del Treviso, Akeem Omolade, africano de Nigeria, recibía frecuentes silbidos y rugidos burlones y cantitos racistas en los estadios italianos.
Pero en el día de hoy, hubo silencio. Los otros diez jugadores del Treviso jugaron el partido con las caras pintadas de negro.
Eduardo Galeano
Los hijos de los días – Siglo XXI – 2012
* 21 de junio de 2001
No sé si se refiere a un acontecimiento real o ficticio. Me da igual. La fuerza aplastante del micro es lo que le da calidad.